miércoles, 1 de abril de 2009

Nancy H. Bustavino - Sombria



Sombría


Pálida, sombría, excesivamente ambigua
¿Qué ha crecido en mí? Ausencia de cenizas, otro camino de mi mente mediocre hablándole a mi decadente corazón sobre mi desesperanza que va pudriendo el sentir del mar de estrellas.
¿Qué es ese olor a sangre que mana del jardín de mis alegrías? Quizá ese afán de mantener apasionadamente oculta al alma mía…en esa lápida enfermiza…en soledad.
Esos sueños, aquellos sueños…cristalino llanto de chocolate que va rodeándome, sí…el mío, y yo dentro de un vaso, un mar de oro, tumbas de sal…estos sueños nefastos que corren en el viento y regresan, tarde al fin pero siempre regresan. Aquellos que cada vez de vez en cuando colman de nostalgia execrada mi paladar sencillo.
Lo he amado seguramente estoy segura, lo he extrañado…mi conciencia no ha de sentir culpa alguna. Le confesé en una tarde que moría por el, que mi deseo se acrecienta al no tenerlo y que en los aposentos de mi angustiosa melancolía ahora siento perderlo. Y él, solo ríe, porque de mi se burla ignorantemente y yo, yo solo espero, porque culpa no tienes amor mío de tu ignorancia, ya que no te fue enseñada, ignorancia que no fue aprendida. Desconoces del amor y de la vida, de la naturaleza protestante por sí misma, y yo, yo tan solo siento que sentir es perdida de tiempo, pues mi corazón se quiebra en este dulce infierno y tú, tú te alejas y regresas como el viento.
Sombría, infeliz, oscura retorna sin gracia mi vida, con un claroscuro que se hizo inmune al sol…sombría porque me estas destrozando el corazón y vuelvo envuelta del infierno con mi decadencia…sombría…maldita…